domingo, 20 de abril de 2008

Nueva teoría

Siempre he dicho que soy chica de “letras”, sobre todo cuando surge algún tema relacionado con las ciencias del que no tengo ni pajolera idea. Vamos, la típica excusa que se pone cuando no entiendes lo que se habla, pero tampoco quieres quedar como una ignorante…

Pero la vida es como es, y las cosas como son, y en ocasiones no podemos evitar observar ciertos fenómenos. Eso es lo que llevo haciendo yo un tiempo, analizar una especie de “manifestación” empírica. Tras mi metódico estudio, creo haber llegado a una conclusión. ¡Qué digo conclusión! ¡Acabo de descubrir una nueva teoría! Cuando mUssA lava el coche, llueve… Creo que científicamente, éste va a ser el descubrimiento del siglo, y la gran putada del fin de semana, ejem.

Pero además, ¿Qué es eso de que llueva un domingo? La lluvia y los domingos son directamente incompatibles. Es paradójico, si me paro a pensar, no hago ninguna de las cosas que sí son directamente compatibles con los domingos, pero reconozco que me encantaría… Los domingos son días de manchar las sábanas con el cansancio acumulado durante toda la semana. Son días de sol. De tomar sentada el café. De pasear. De ir a comprar la prensa. De leerla al aire libre. De tomar una caña a mediodía con algo para picar. De comer algo especial. De derecho a postre. De posibilidad de una pequeña siesta. De disponer de tempo para ir al cine, al teatro, a una exposición. De pasarlo en familia.

Es raro, creo que los domingos son los días que más posibilidades nos ofrece y a la vez los que más desaprovechamos.

C´est la vie!

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