miércoles, 28 de mayo de 2008

Dibujando corazones...


¿Nunca habéis dibujado corazones en libros, cuadernos, estuches o paredes cuando erais niñas? Jo! Qué recuerdos!

Después de muchos años, hoy he vuelto a hacerlo. Porque con ELLA, tengo el privilegio de poder sentirme niña de vez en cuando aun siendo mayor. Porque me lo permite, porque me da esa confianza, porque en algunas ocasiones a ella también le gusta serlo…

Evitando alusiones destructivas a mi obvia y deplorable habilidad artística, debo decir que a pesar de que los trazos de uno de estos corazones son siempre los mismos, a pesar de la textura del lugar que pretendamos ilustrar, el fondo, lo encerrado en su aparente silueta, cambia… Y lo hace porque tras su arrítmica adolescencia, hoy mi corazón es más rojo, más puro, y late con más fuerza y a la vez con mayor seguridad. Porque no es lo mismo soñar con dibujos, que dibujar sueños, no es lo mismo pensar una idea que conceptualizarla, No lo es…

La quiero…

TE QUIERO…

Gracias por este tiempo, un mes más…

domingo, 25 de mayo de 2008

Videojuegos

La semana pasada, leí en la prensa un pequeño artículo que hablaba sobre el mundo de los videojuegos. Una vez más, se hacía hincapié en la enorme cantidad de violencia que salvaguardaban este tipo de juegos de última generación y tan atractivos para el público infantil y adolescente.

Desde luego, no pongo en duda esta cuestión, aunque no comparto en absoluto la base problemática que ahí se expone y que tantas veces he escuchado en multitud de lugares. Es cierto que en muchos videojuegos, el objetivo marcado del propio juego, se alcanza a través estrategias y tácticas altamente violentas. También se da cabida a este tipo de acciones en el cine e incluso en otros géneros de ficción televisivos como series.

Pero también, la vertiente más informativa se hace eco de la violencia. Está claro que en multitud de ocasiones se busca el más puro sensacionalismo, pero es indiferente, la base es la misma. Lo que pretendo decir, es que la violencia abunda en la ficción ociosa, pero que a su vez, se desborda en una realidad multicotidiana.

Yo creo que la solución no está en prohibir a nuestros hijos el hecho de ver una determinada película o en esconderle la consola. La clave está en trabajar la forma de hacer que ellos por sí mismos, sean capaces de distinguir lo que es ficción y lo que es realidad, y esa labor es de los padres.

Pienso que las cosas no son dañinas por sí solas, sino que todo depende del uso que hagamos de ellas.

jueves, 15 de mayo de 2008

Menos teatro y más poesía

¿Os habéis fijado alguna vez?

En la mayoría de los casos, los lugares de trabajo son enormes y cristalinos escaparates de personalidades humanas. Los allí expuestos muestran una serie de cualidades un tanto variopintas.

En la oficina, siempre podemos encontrar a la típica persona que cree saber mucho más de lo que en realidad sabe, (llamémosla “gurú de la inocencia”). Por otro lado, tenemos a la persona que se ahoga en una pequeña gotita de agua, (“experta en embriaguez laboral”). La que a pesar de tener un cargo superior a ti, hace la décima parte que tú (“el/la matemátic@ subjetiv@”). La que ha entrado por enchufe (“el/la iluminad@”). El o la “pringá” que a pesar de desarrollar su trabajo bajo tus mismas condiciones, limitaciones e injusticias siempre te ofrece su ayuda ( “el/la prójim@ semejante”).

Y… ¿Qué decir del jefe o jefa? Ya dicen ellos bastante en sus interminables conversaciones telefónicas repletas de un glamour pelotero crónico.

Lo malo de esta tremenda exhibición, es que siempre hay también cierto intruso observador analítico (como es mi caso), que sin remuneración alguna, es capaz de “desnudaros” ante un público, en ocasiones también escénico.

Señores… menos teatro y más poesía…

domingo, 11 de mayo de 2008

Tú, mi final...

Deseo abrir la cerradura de este caparazón que me vino impuesto desde el primer día de vida… Ayúdame a abrirlo, y pasa tú primero, echa un curioso vistazo a mis más preciados recuerdos, a mi más pura realidad, a mis más ansiados deseos, a mis miedos más temerosos.

Nada de eso está archivado, ordenado ni “catalogado”. No quiero que nadie lo busque, que nadie lo encuentre, a no ser que seas tú…

Porque mi historia aunque tranquila, aunque limpia, está llena de saltos de página, algunos de ellos con hojas en blanco, otras difuminadas y otras emborronadas.

Tú eres la tinta perfecta a mi pluma, de color azul, detonante de serenidad, de compostura , de horizonte… Perfecta para dotar a mis letras del contorno perfecto, de la curvatura más sensual, del significado más preciado, más nítido, más real…

No sé muy bien dónde empezó mi historia, (o ni siquiera quiero saberlo), pero de lo único que estoy segura es que deseo que mi final seas tú, que las aguas de mis ilusiones desemboquen el cauce tu inmenso corazón.

Y que mi historia se publique, se catalogue, se ordene, se preste y sea la envidia del mundo mundial por ser la autora y la afortunada de un final feliz.

No necesito venderla, tenerte ya sería una riqueza incalculable, y espero eterna…