lunes, 24 de noviembre de 2008

Cambios llaborales

Las intuiciones, al menos en mi caso, suelen ser adelantos previos a hechos inminentes. A veces, esto puede parecer una ventaja, pero en realidad no lo es en absoluto. Por mucho que sepas o sientas que algo va a ocurrir, cuando eso pasa, termina sorprendiéndote, sobre todo cuando se trata de cuestiones más o menos negativas. Los pequeños pálpitos, los presentimientos más puros, también son portadores de un cierto margen de error procedente de la ciencia más inexacta pero a su vez más calculada: La esperanza.

Todo son meras especulaciones hasta el mismo momento que un pensamiento se convierte en plena realidad. Lo suponía, me lo imaginaba, pero hoy ya es un hecho contrastado. Cambios laborales en un mal momento, decepción de lo no conseguido, pero a su vez gran ilusión por lo que me siento capaz de conseguir. Tristeza y alivio a su vez. Día raro, ansioso al mismo tiempo, de adaptarse a su nueva rutina. No estoy en la calle, pero sí se han cerrado algunas puertas que no supe mantener abiertas…

Al menos, desembocaba desde un finde perfecto, la paz interior que me había regalado ha facilitado el tema.

Viernes, cenita italiana y buena conversación. Sábado, cenita oriental y salida por el ambiente. Alimentación exquisita. Compañía envidiable. Ganas de más.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Vaivenes

Los vaivenes no han de ser excesivamente saludables… Yo, por si fuera poco, actualmente tengo el gran privilegio de contar con dos clases: Los psicológicos y los físicos.

El primero de ellos, gira en torno a hechos como hacer daño a alguien que fue y consideras importante (aunque en ocasiones sea una cuestión irremediable), o por otra parte, no sentirte capaz de alcanzar plenamente la meta que alguien te propone. Dos situaciones o hechos tan aparentemente contradictorios, pero a su vez, hilos unidos en un bordado de indumentaria vital.

Luego están los físicos, (para quien no lo sepa en breve comenzaré mi etapa de independencia)… Cajas para allí, cajas para allá, un traslado alegre pero al mismo tiempo, costoso y peculiar.

Los días ruedan en todo sentido a una velocidad extrema.

[Hoy, para comer, ñoquis con salsa picante y mermelada de naranja, milhojas de setas, bonito restaurante (cada vez doy más en el clavo en mis elecciones), y por supuesto, envidiable compañía…]