Se cumplió...

Y se cumplió…

Podría haber pedido estar eternamente con ella, pero eso hubiese sido como desear que de cinco euros por arte de magia, apareciesen cien mil…

Las cosas, y más las importantes, necesitan cierto ritmo, propuestas, acciones y micro-objetivos alcanzados despacio, suavemente, con calma, con mimo, pero a la vez sin pausas que desaceleren tal proceso…

Por eso, mi deseo de “San Juan” fue pasar este fin de semana con ella, porque a pesar de ser un paso de estrecha longitud, es un paso firme, seguro, bien trazado, y con grandes posibilidades de dejar huella.

Los caminos se hacen paso a paso, y éste es otro paso más…

Sí, me voy de mini-viaje con Athyr… Estoy súper feliz, porque el hecho de que quiera venir conmigo me hace sentir muy especial. Me siento muy afortunada.

Y teniendo en cuenta mi post de ayer sobre los deseos, creo que esto confirma y requeteconfirma que ella es mi prioridad.

Deseos

Dicen que la famosa “Noche de San Juan” está repleta de magia, pero al parecer ésta debió ser absorbida en otros lugares y no pudo llegar hasta la ciudad donde yo resido. La ocasión fue extraña en su totalidad. Yo estuve apunto de experimentar una “catástrofe” justo en el punto donde me encontraba que probablemente provoque en mí el año que viene la gran duda de si acudir o no a este tipo de festejos.

A pesar de todo, las olas del mar acariciaron mis pies en la oscuridad de la noche y pedí un deseo, bueno, el mío y el de Athyr ya que ella no tuvo la oportunidad de hacerlo.

Lo cierto es que yo este tipo de cosas las hago por costumbre. No creo en los deseos per se, sino que creo en ellos entremezclándolos con la fe propia y la lucha externa. Por sí solos no son mas que meros pensamientos idílicos e incluso en ocasiones radicalmente utópicos. Lo valioso no está en el simple hecho de desear, sino en desear alcanzar lo deseado, y para ello no hay que depositar la esperanza en milagros que probablemente nunca lleguen, sino concentrar toda nuestra fuerza y recursos propios en conseguir nuestro más deseado objetivo.

No es que no me gusten noches como las de ayer, no me gustaría dar pie a malas interpretaciones, sino que quizá tenga una visión o perspectiva algo diferente a la gran mayoría. La “Noche de San Juan”, me parece interesante no por la acción de pedir uno o varios deseos, sino por la actividad intrapersonal que desencadena el hecho de preguntarnos a nosotros mismos e intentar averiguar qué es lo que más deseamos.

Y la noche terminó, y mi día ha venido acompañado de una extraña sensación de tristeza a la que me cuesta dar crédito, pues no tengo razones aparentes para estar así, aunque tampoco las tengo para disimularla…

Yo ahora mismo deseo, que mañana sea un día mejor…

Vacaciones!

Guauuuuuu! Al fin! Tengo por delante diez días de vacaciones, que probablemente sean los únicos que pueda tener durante este verano. Quiero aprovecharlos al máximo, así que he decidido hacer una pequeña lista con todo aquello que deseo (y también debo) hacer antes de empezar a trabajar.

Ahí va mi estudiada lista:

- Hacer limpieza de apuntes. Casualmente, el lunes son las “Hogueras de San Juan”… ¿Y si los tiro ahí? Mmmm no sé, no sé… Supongo que no es algo muy ecológico. Imagino que lo mejor es reciclar por el bien del planeta, y por el de las nuevas generaciones que van a necesitar mucho papel para estudiar. (Pobres!)

- Hacer limpieza en el PC…Limpieza?¿ Creo que lo que mi ordenador necesita más bien es un buen formateo… Pufff, eso me da más trabajo, ahora me tocará rescatar todo aquello que no quiero que se borre!!!!

- Dormir más. Rendir homenaje a mi añorada (a veces) época marmota, despertarme, mirar el reloj y pensar “Uy! Si no tengo prisa”… Eso es mUssA! Dormir, y dejar dormir más, eh Athyr? Jajajaja.

- Ir a la playa para quitarme este moreno “albañilesco”. La gente me ve y me dice: “Vaya, qué morenita estás!”. Pero claro, lo que no ven ellos es el corte que tengo de la manga de la camisa. Sí, he de tomar el sol, debo conseguir un bronceado algo más uniforme y estético, eso sí, iré en horas de poco afluencia y con gafas de sol y gorra para que nadie me reconozca.

- Comprarme ropa, mucha ropa! Buena, bonita y barata! La mejor técnica para la elección de ropa es probártela, mirarte al espejo y pensar: “Mmmm, cuando me vea con esto me desnudará con la mirada!”. Anda que… gastarte pasta para estar guapa y que a los cinco minutos quiera quitártela… Qué cosas tiene esta vida!

- Hacer más uso de mi sociabilidad. Salir más, encerrarme menos. Beber más y comer menos. Tener más conversaciones trascendentales y menos conversaciones superficiales.

- Pasar más tiempo con mis padres. Cada vez voy adquiriendo más destreza a la hora de seguir una conversación (bueno, más bien monólogo) de mi madre, sin estar escuchando absolutamente nada de lo que dice pero simulando una gran atención. Repito, como suelen ser monólogos, la mujer da pocas posibilidades a una intervención por mi parte, con lo cual el grado de “posible pillada” es prácticamente nulo. Aysss, si es que todo tiene sus ventajas…

- Hacer un viaje, un miniviaje. Aunque ya he lanzado alguna propuesta, lo cierto es que me da igual el sitio, no me importan las circunstancias, ni el momento, lo único que deseo es estar con Athyr… Niña, es importante. Llegados a este punto, no encuentro más cosas que añadir a la lista. Te necesito. Necesito que me digas por décima vez que me ponga crema en los codos, que la pulsera que llevo no es de mi estilo, que te cocine, o fíjate, hasta incluso aún puedo estar a tiempo para devolver algo de ropa que me haya comprado y no te guste… Jajaja. TEMDM…

En fin… A ver que sale de todo esto…No será por falta de empeño y organización.

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Mañana

Mañana puede ser un día importante en mi vida. Mañana es probable que sea la fecha, en la que por fin alcance mi meta, el reto que tenía más cercano, más próximo y seguramente el más pendiente.

Y lo cierto, es que a pesar de las ganas y el empeño puestos desde un principio, todo ha resultado mucho más complicado de lo que imaginé en un momento inicial. No sé, digamos que se han dado rachas de inmensa debilidad por diferentes circunstancias, hasta el punto de pensar en abandonar...

Pero aquí estoy, hasta aquí he llegado, orgullosa de mí misma y agradecida a todos aquellos que me han apoyado en esta hazaña y que ya empieza a dar sus frutos. Sobre todo, he contado con un pilar importante en esta construcción arquitectónicamente irregular, y no puede ser otra persona que Athyr...

Ella siempre está ahí, dándome una palmadita en la espalda cuando lo merezco, abrazándome cuando no encuentro consuelo, y por supuesto poniéndose seria cuando cree conveniente hacerme reaccionar...

Porque todo lo que somos, o un día llegamos a ser, lo conseguimos gracias a la forma y razón de ser de otras personas.

Celos

Los celos siempre me han parecido ridículos o al menos incomprensibles. Pienso que éstos no pueden mas que traer consecuencias absolutamente negativas. ¿Para qué sirven si no? Supongo que si tu pareja se enamora de otra persona e incluso “te la pega”, los hayas tenido o no, es algo que pasaría igualmente. No forman parte de ningún mecanismo de defensa psicológica con intención aparente, sino más bien, son apreciaciones externas de una debilidad interior.

Reitero lo dicho, nunca he sido una chica celosa, ni me han dado motivo para ello, ni yo me empeñado en buscarlos. No, no lo he sido… Hasta ahora…

Con Athyr, a veces siento esa extraña “sensación” maliciosa y emotiva. Y ¡me indigna! Primero porque esta es una indeseable novedad para mí, y segundo, porque ella sabe cómo aprovecharse de ésta –mi flaqueza- para chincharme…

Y resulta sorprendente cómo la persona que me ha ofrecido mayor seguridad en mi vida, a la vez es capaz de provocarme esta inseguridad…

Menos mal que no cualquiera, podría enamorarse de una “gruñona” como ella…

Yo sí…

Electroshocks

Hace unas semanas, curioseando por la red di con esta película: ELECTROSHOCK.

He visto films de temática lésbica, mejores o peores. Más superficiales o en su defecto emotivos. Sugerentes o directos. Realistas o engalanados de tópicos manieristas.

Pero esta producción española, de manos de Juan Carlos Claver sencillamente me ha impactado. La historia, al parecer está basada en hechos reales. Su argumento gira en torno a la historia de amor que viven dos maestras de colegio en los últimos años de la dictadura franquista. Cuando éste sale a la luz, la propia sociedad del momento se encarga de secuestrar ese amor libre y encerrarlo en el cajón de los horrores, dejándolo a oscuras, desorientado y apenas sin aire.

Supongo que además de ser una historia concreta, también es el eco de otras muchas de gran similitud que se dieron en esa época en general, dentro de una sociedad cerrada, opaca, éticamente analfabeta, donde muchos eran tratados como animales, y donde las verdaderas bestias políticas y sociales eran veneradas.

Una película de gran dureza y altamente reivindicativa que os recomiendo. Aquí os dejo la primera parte.

¿Organización o caos?

Esta mañana, en el tren de camino a la facultad y con los ojos aún pegados por las legañas, he dejado que mis pensamientos se pasearan libremente por el interior de esos vagones rutinarios, ajenos a mi cuerpo cansado, fragmentando la curiosidad motivadora de la automaticidad aparente. En mi alrededor se encontraba el típico adolescente cargando una decena de libros más los correspondientes cuadernos a sus espaldas. En otra parte, el maduro ejecutivo, que no para de hacer y recibir llamadas por cuestiones de diversa índole, y asándose como un pollo, porque a pesar de estar en el mes de junio, esa no es razón suficiente para dejar en el armario el traje y la corbata. Más allá, la mujer embarazada, mejor dicho, embarazadísima, que se dirige al hospital con la intención de confirmar que su futuro bebé sigue en buen estado. Justo enfrente, la universitaria con pantalones de pitillo, escuchando música con su mp4 de última generación mientras intenta dar un último repaso a los apuntes antes de su examen. El tren se para, y mis pensamientos traspasan los cristales sin temor. Fuera, un humilde barrendero que recoge la suciedad típica de una calle, y la mierda que nosotros mismos arrojamos sin pensar. Más al fondo, la mujer que lleva a sus dos hijos al colegio, ambos con uniforme, más que peinados, repeinados. De repente alguien sube al interior llamando de nuevo la atención de mis pensamientos. Se trata de un inmigrante, argentino me atrevería a decir, con su mono de trabajo y su bocadillo en mano envuelto en papel de “plata”…

El trayecto ha sido largo y la observación minuciosa, por lo que podría pasarme horas contando detalles de todo ello. Si nos paramos a reflexionar, aparentemente, la vida, los días, la rutina, están completamente organizados. Pero si esto realmente es así… ¿Por qué siento la sensación de que esto no es más que una mera representación teatral encerrada en el escenario de una utopía? ¿Por qué tengo la impresión de que detrás de esta aparente ficción existe una realidad caótica?

Es extraño, parece que todos y cada uno de nosotros tenemos nuestro sitio, nuestra misión, pero probablemente el hecho de “hacer” resulte insuficiente. Quizá debamos hacer más, o al menos, hacerlo mejor.

NOTA: Hablo mucho de ELLA, y seguiré haciéndolo, así que he decidido abandonar de una vez esa denominación tan impersonal y bautizarla. A partir de hoy, cada vez que haga referencia a ELLA, lo haré como “Athyr”. El nombre tiene su explicación, pero es algo que me guardo de momento.

Fin de semana

Demasiados quehaceres, pero a la vez demasiado que decir. Por ello, dejo a un lado por unos minutos mis obligaciones y actualizo. Se trata de una caprichosa necesidad.

Y precisamente supongo, que tras este inmenso fin de semana mi vida en cierta manera también ha sido actualizada. Le hacía falta, ya tocaba. Pero posiblemente, lo mejor de todo es que ha sido actualizada en plena sincronía a otra vida, la de ELLA. Nos lo merecíamos. Durante un par de días, los teléfonos han dejado de sonar, los ordenadores han descansado, y el vacío solitario se ha convertido en espacio compartido. No pudimos parar el tiempo, pero sí crear un ambiente atemporal y ser o sentirnos al menos, dos seres libres en un universo conjunto y creado a nuestro más puro antojo, con la moldura de un deseo asimétrico, profundo.

Y al fin pudimos hablarnos de nuevo a través de nuestros besos. Unos besos extraídos de un lenguaje universal, pero comunicados a través de nuestro característico argot personal, llenos de fina retórica, rebosantes de metáforas rescatadas entre la seca calidez del momento y la refrescante humedad del deseo, poéticos, esbozando los versos más bellos, inspirados en la imagen de nuestras siluetas en el resplandor del mágico abrazo de nuestros cuerpos desnudos.

Me ha encantado volver a verla. Tengo ganas de más. De mucho más.

You are still the one

Ayer, cometí un fallo con mi niña. Aunque entiendo su postura, lo cierto es que fue sin querer, aunque no por ello me siento menos culpable…El caso es que ella es lo más bonito y sincero que me ha pasado últimamente y me duele mucho hacerle daño.

He hecho este vídeo por y para ella…

Creo que esta canción puede definirnos a la perfección: ver, sentir, y deseos de seguir sintiendo…