martes, 24 de junio de 2008

Deseos

Dicen que la famosa “Noche de San Juan” está repleta de magia, pero al parecer ésta debió ser absorbida en otros lugares y no pudo llegar hasta la ciudad donde yo resido. La ocasión fue extraña en su totalidad. Yo estuve apunto de experimentar una “catástrofe” justo en el punto donde me encontraba que probablemente provoque en mí el año que viene la gran duda de si acudir o no a este tipo de festejos.

A pesar de todo, las olas del mar acariciaron mis pies en la oscuridad de la noche y pedí un deseo, bueno, el mío y el de Athyr ya que ella no tuvo la oportunidad de hacerlo.

Lo cierto es que yo este tipo de cosas las hago por costumbre. No creo en los deseos per se, sino que creo en ellos entremezclándolos con la fe propia y la lucha externa. Por sí solos no son mas que meros pensamientos idílicos e incluso en ocasiones radicalmente utópicos. Lo valioso no está en el simple hecho de desear, sino en desear alcanzar lo deseado, y para ello no hay que depositar la esperanza en milagros que probablemente nunca lleguen, sino concentrar toda nuestra fuerza y recursos propios en conseguir nuestro más deseado objetivo.

No es que no me gusten noches como las de ayer, no me gustaría dar pie a malas interpretaciones, sino que quizá tenga una visión o perspectiva algo diferente a la gran mayoría. La “Noche de San Juan”, me parece interesante no por la acción de pedir uno o varios deseos, sino por la actividad intrapersonal que desencadena el hecho de preguntarnos a nosotros mismos e intentar averiguar qué es lo que más deseamos.

Y la noche terminó, y mi día ha venido acompañado de una extraña sensación de tristeza a la que me cuesta dar crédito, pues no tengo razones aparentes para estar así, aunque tampoco las tengo para disimularla…

Yo ahora mismo deseo, que mañana sea un día mejor…

4 comentarios:

JD dijo...

Yo no creo en estas cosas, es mas desde que era pequeña y era yo quien amontonaba maderas no habia celebrado una cosa asi. Aunque ya ves que celebracion tuvimos... Los deseos se cumplen a veces si uno persigue lo que quiere nadie va a venir a cumplirlos por nosotras. UN beso

©Dríada dijo...

Eso último que has dicho -que sientes una tristeza inexplicable- lo mismo me ha pasado hoy a mí. Y, casualmente o no, lo mismo le ha pasado a ciertas personas de mi alrededor... ¿Será que la noche de San Juan nos ace felices en el momento y después nos vuelve tristes, nos chafa? ¿O es simple casualidad?

Un abrazo.

Anónimo dijo...

vaya yo tb lo celebré en la playa... y pedí un deseo para esa misma noche, no se cumplió pero da igual, me lo pase muy bien igualmente!

espero q hoy estes mejor!!!

Anónimo dijo...

Hola...
Gracias por pasarte por mi blog. Tienes razón en lo que pusiste... no se trata tanto de cuánto vivimos, sino de cómo vivimos. Podemos hacer lo que queramos, lo que realmente queramos, pero tenemos que hacerlo bien. Y aprovechar el proceso es casi más importante... Yo me quedé sin San Juan porque tenía un examen, pero bueno.

Me ha encantado tu lista de cosas por hacer... si yo hiciera una lista parecida, tendríamos más de un punto en común...

Un saludo :)