miércoles, 20 de agosto de 2008

Tragedia



Ahora, tan sólo queda el eco de una tragedia, la vivida hoy en el aeropuerto de Barajas. Eco procedente de las últimas palabras de esos inocentes fallecios que se encontraron por sorpresa con un siniestro destino. Eco de los llantos de los familiares. Eco de los suspiros de los pocos supervivientes que sienten cómo han vuelto a nacer.

Mi máximo respeto y mis más sincero pésame.

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