Deseadme suerte

Es muy probable que mañana juegue mi última carta...

Esta mañana, sabía que Peace curraba, así que le he enviado un correo al trabajo para preguntarle si había recibido un paquete que le había mandado. El paquete llevaba dentro un libro (por Sant Jordi). Como es una apasionada de la lectura no sabía muy bien qué regalarle, así que para no "pillarme los dedos", le regalé uno de un autor novel de mi pueblo del que he oído buenas críticas. Ya veremos si lo lee, y lo mejor, si le gusta...

Bueno, el caso es que me ha contestado que si me podía llamar por tlf. Yo me he quedado de piedra (no recuerdo apenas cuál fue la última vez que la oí al otro lado del aparato) pero obviamente le he dicho que sí.

Me ha confirmado que había recibido el libro, que no tenía porqué haberlo hecho, y nada, que si me venía bien que mañana por la mañana se pasase por mi casa a recoger sus cosas. Por supuesto le he dicho que sí.

Al principio me he quedado con un magnífico sabor de boca pensando "¡Voy a verla!", pero luego, conforme ha ido transcurriendo el día pues me he puesto súper nerviosa. ¿Por qué? Pues porque mañana, a parte de darle sus cosas, voy a intentar saber si aunque sea un poco más adelante habrá un "quizá" o si en cambio "ya jamás habrá nada que hacer".

He pasado la tarde recogiendo sus cosas con una tristeza tan enorme que creo que anuncia que finalmente toda esta historia acabará mañana. Sí, me temo lo peor chicas, pero aunque sea así,y a pesar de que vuelva a bajar unos centrímetros de lo que ya había vuelto a subir, prefiero saber la verdad. Sí, hoy he vuelto a llorar como nunca, y mañana cuando se marche quizá más...

Tal es mi estado que finalmente he decidido no ir al cumple de "S". ¿Para qué? ¿Para estar ausente pensando en otra cosa? ¿Para quizá llorar delante de gente que apenas conozco? (porque a parte de mis amigas va más gente...) No puedo ni quiero arriesgarme a eso.

Y aquí estoy, deseando que llegue mañana por una parte y temiéndolo por otra...

Esta noche veré la peli de "Costa Brava", una de las que le he de devolver e imagino que apenas podré dormir...

En fin, quisiera concluir que pase lo que pase, deseo lo mejor para ella, no porque yo me sienta culpable de lo que pasó (todo el mundo comete errores), sino porque verdaderamente se lo merece.

Ya os contaré!