martes, 10 de febrero de 2009

Suicidios en trenes

La semana no ha empezado mal. En el trabajo estos dos días se han presentado bastante tranquilitos, y a pesar de que ya voy recibiendo ciertas facturas como la del teléfono, Internet y demás, lo voy llevando con buen humor.

El fin de semana tampoco estuvo mal. El viernes por la noche decidí despojarme de mi poca verguenza y quedé con mis amigas, a las cuales, desde que estoy con Peace, apenas veo. Hablamos de muchas cosas y ya medio planificamos fiesta "gorda" para dentro de un par de fines de semana. El sábado, no terminé excesivamente tarde con mis obligaciones sociales-familiares. A las cinco y algo ya estaba esperando el tren para ir a casa de Peace, iba contenta porque llegaría más pronto de lo esperado. Pero mi gozo en un pozo. En un momento del trayecto, el tren se paró en mitad del campo, y una voz procedente de la megafonía dijo "Sentimos informarles de que estaremos parados aquí alrededor de 15 minutos, y es que en la próxima estación se ha producido un arrollamiento".

No me sobresalté ni nada por el estilo, ya que por cuestiones personales he estado alrededor de ocho años cogiendo ese tren cada día y he vivido situaciones similares, pero el hecho sí me hizo volver a una reflexión ya reflexionada con anterioridad.

Existen dos clases de arrollamientos por trenes.Uno, por accidente. Dos, intencionado (por parte de la víctima). Y es que durante esos ocho años de idas y venidas en ese cercanías, se ve que se puso de moda el hecho de suicidarse en esa línea.

Cada uno es libre de mantener o acabar con su vida. Pero por Dios! Si supieran la que lían cada vez que se tiran a las vías! Retrasos, aglomeraciones, caos... Y mucha de la gente que va en el tren va a trabajar, o a un exámen o a una cita con el médico. Y es que ya no es sólo que se quiten la vida, sino que "gracias" al suicida en cuestión, otros, pierden minutos de su día que quizá sean valiosos o cruciales.

Y es que no sólo hay que vivir respetando a los demás, también hay que hacerlo a la hora de morir.

No hay comentarios: