miércoles, 13 de mayo de 2009

Madrugones

Después de estas dos semanas y pico, aún no termino de adaptarme a mi nuevo horario laboral. Y es que en mi anterior trabajo (a cinco minutos de mi casa) entraba bastante tarde. Ahora he vuelto un poco a la rutina que lleva la gran mayoría de gente, acostarse prontito y pegarse un buen madrugón, porque además de entrar mucho antes de lo que estaba acostumbrada, mi nuevo trabajo está mucho más lejos. Suelo llegar justa justita a coger el tren, y una vez allí dentro me dedico a pegar cabezazos. Eso sí, siempre hay algún detalle que me despierta, como la subida en alguna estación de dos abuelitos cogidos de la mano, o como hoy, que un chico tras una breve conversación de móvil con su supongo novia (lo sé, soy una cotilla), nada más cerrar la tapa del aparato, ha sonreído y lo ha besado. Siempre hay pequeños detalles que me activan, como pasar por el pueblo de Peace y pensar en lo agustito que estará durmiendo a esas horas...

Y hablando de Peace, como esta semana por cuestiones de incompatibilidad apenas nos hemos visto, he sacado mi lado más infantil. Ayer, cogí un poema de Luis García Montero (uno de sus poetas favotritos) y lo escribí en un folio con mi puño y letra. Hoy, he metido el papelito en un sobre, le he pegado un sello, y se lo he enviado a su casa. Parecerá una estupidez, pero estoy segura de que por el simple hecho de no esperarlo, le hará ilusión.

En fin, voy a empezar a prepararme para el madrugón de mañana, que si no pasa nada, es el último de la semana ;)

2 comentarios:

MI HISTORIA... dijo...

ültimo madrugón de la semana y ya finde. Y ese a aprovecharlo.
Muxuxxxxx

Tanais dijo...

Infantil? a mi me parece precioso"!!!!!