jueves, 30 de julio de 2009

Vacaciones Santillana

Después del resacón de Madonna, lo cierto es que la semana ha avanzado de manera bastante ligerita. Hoy ha sido mi último día de trabajo,estoy de vacaciones lo que quiere decir que no volveré a currar hasta el próximo día 1 de septiembre.Para colmo, además de ser una salida bastante ansiada por mí, ésta ha estado acompañada de una palmadita en la espalda por parte de mi jefe a modo de agradecimiento por mi trabajo, así que he de decir que estoy contenta.

A Peace le quedan pocos días también para disfrutar de esta estupenda libertad. Pero aún ha de pasar mañana viernes, sábado y domingo... (Sí a la pobre le hacen currar este finde!), pero bueno, ya no queda nada...

Anoche, mi chica que lleva unos días agotadores de trabajo, me pidió que fuese hoy a su casa y le preparase algo de comida. Tenía pensado acudir a mi puesto de trabajo, escaparme un poco antes, pero finalmente he optado por la opción freelance, es decir, que he trabajado desde el ordenador y casa de Peace, y cuando ha llegado sobre las 14.00 horas, tenía unos exquisitos macarrones boloñesa, la cama hecha, los cacharros fregados, secados y colocados y la mesa puesta. Soy un buen partido, eh?

Últimamente, cuando salgo al balcón por las noches a fumarme un cigarro, veo pandillas de chicos y chicas pasar que me trasladan emocionalmente a mis viejos tiempos. Sí, recuerdo esos veranos de vacaciones académicas, sin nada para septiembre (siempre he sido muy aplicada en los estudios). Esas noches de botellón en la playa, donde llevábamos a cabo tremendas locuras. Mucho alcohol, algo de marihuana...A veces llegábamos a juntarnos 20 ó 30 personas. Veranos donde los chicos buscaban a chicas, y chicas a chicos, preferiblemente extranjeros, como franceses, ingleses, italianos, alemanes, etc para luego enrrollarse entre las dunas de la playa y darse cuatro besos mal dados.

Por aquél entonces, pensaba que aquello era la felicidad máxima, lo mejor. ¡Qué equivocada estaba! Aquello tan sólo formaba parte de un juego pasajero. Es ahora cuando creo que empiezo a vivir de verdad y a disfrutar de manera única.

Y hoy, ya metida en mis vacaciones, lo que más me apetece es pasar el máximo tiempo posible con la persona que quiero. Que si he de hacer algún botellón, sea tan sencillo como una cena romántica, con velas en la playa y una buena botella de vino. Que si he de drogarme,que sea a base de sus besos. Me apetece, acostarme tarde, levantarme tarde. Pasear con ella, ir al cine, al teatro. Salir a cenar, que me dé una cucharadita de su postre porque yo no puedo tomarlo (dieta). Quedar con mis amigos. Quedar con los suyos. Pero juntas. Siempre juntas. Porque la felicidad, es verdaderamente felicidad cuando se comparte, y sobre todo cuando se comparte entre dos ;)

2 comentarios:

Tanais dijo...

Mecachis, yo que pensaba tirarte los trastos después de haber leido eso de los macarrones boloñesa pero he leido el último párrafo y digo...ya nada juas juas!!!

Besitos y a disfrutar de este mesecito!

Any_Porter dijo...

Jo... Qué bonito... T_T

Yo también quiero preparar macarrones a la boloñesa para alguien... Ains...

Biquiños.

Por cierto, muy cursi lo de drogarte con sus besos... Pero qué envidia... ;P