Un añito... Gracias Peace

Pese a los momentos tan "sensibles" que estamos pasando, ayer Peace y yo teníamos mucho que celebrar, y es que hicimos un año juntas.

Teníamos la intención de hacer exactamente la misma ruta que hicimos el año anterior, pero nos fue imposible.

Recuerdo aquél día como si hubiese sido ayer. Quedamos en la estación de mi pueblo, ella venía en coche y yo la esperaba con el mío. Era la primera vez que íbamos a vernos cara a cara. Yo, como buena anfitriona llegué antes, me bajé del coche y la esperé ansiosamente, paseando de un lado a otro.

De repente apareció un BMW, era ella, pensé (qué pija!), luego resultó ser el coche de su madre, jeje, pero bueno...

Aparcamos su coche en lugar seguro y nos subimos en el mío. La llevé a cenar a un restaurante "español" de esos donde hay de todo (aún no conocía sus gustos). Cenamos en plan tapeo, y aunque algo cortadas hablamos de mil cosas. Ahí ya me dí cuenta de que me gustaba. Después fuimos al pub de mi amiga un rato y después a la zona de la playa, a otro pub más pijito.

Cerca de las dos de la mañana, la llevé de nuevo hasta su coche. Aparqué el mío justo delante del suyo. Pero ninguna quería irse, ninguna lo dijo tal cual, pero se notaba. Así que a lo tonto a lo tonto, nos tiramos dentro de mi coche desde esa hora hasta las siete de la mañana prácticamente, contando mil historias, escuchando Kiss FM (aún no entiendo cómo no se me acabó la batería!).

Y a pesar de las ganas que habían por ambas partes, aquella noche no pasó nada, ni un beso, ni una insinuación, pero a pesar de ello, la noche fue mágica.

Ayer, el bar "español" del que os hablo estaba cerrado, así que lo cambiamos por otro un poco más pijín. Cenamos estupendamente: Ensalada cuscús, una brocheta de 70 cm con pavo, patata hervida, piña y tomate cherry, que nos presentaron en vertical en un soporte que abajo llevaba como guarnición un plato de patatas bravas. De postre, crep de chocolate con nata y helado de plátano.

Después, pasamos de pubs, de coches, de radios y nos vinimos a mi casa para terminar viendo un capítulo de "Cuéntame". Y es que el hecho de tener hogar propio cambia muchas cosas, pero sobre todo, el hecho de haber pasado un año juntas (y más últimamente a contracorriente)nos hace necesitar poca cosa, tan sólo nuestra propia compañía.

Y a pesar de que mi salud no está al 100%, y su ánimo tampoco, aquí seguimos: Luchando!