Recaída. Firmemos la paz definitiva...

Mi corazón está pálido y mi mente rabiosa.

Otra pequeña recaída sin venir a cuento. Estoy harta de este mi "horror". Así denomino yo a la patología que lleva cerca de un año apoderándose de mí. Esta PUTA ansiedad no termina de rendirse, y no será porque no luche contra ella.

La gente la asocia a conceptos como tristeza e incluso depresión, pero ésto no es siempre así.Al menos no es mi caso. Yo estoy contenta, feliz, con proyectos e ilusiones. Evidentemente todo es mejorable, pero... Estoy bien anímicamente hablando.

Y a pesar de ello, llevo dos días encerrada en una especie de globo protector. El que yo misma me impongo por pura necesidad, para protegerme del mundo exterior, ese que me da miedo cuando me siento tan inestable.

Dos días encerrada en casa, sin ir a clase, sin salir a tomar un café, sin ir al supermercado,preocupando a los de mi alrededor, encontrándome mal físicamente, temiéndote, huyendo de otra de tus crueles embestidas, esas que ya he sufrido un par de veces en mi propia carne y de las cuales aún (queda patente)me quedan muchas secuelas.

Déjame ya en paz bicho asqueroso. ¡Ya está bien! No puedo seguir así. Esto no es vida, es una injusta cárcel que otorga permisos al "tuntún". No quiero descansos, por largos que sean, quiero libertad eterna.

Saquemos los pañuelos blancos y firmememos nuestra paz definitiva.