Lo intento

Intento mantener mis días lo más ocupados posible, pero... La echo de menos. Sería una hipócrita si dijese lo contrario. Sobre todo lo hago por las noches, cuando la luz se marcha, cuando "las calles se callan" y es imposible hacer caso omiso a lo que te expresa el corazón. Pienso mucho en ella, y doy mil vueltas en mi cama sin poder dormir hasta las tantas de la madrugada ya muerta de aburrimiento. Es duro no saber nada, absolutamente nada de una persona con la que has compartido muchas cosas, hasta tu máxima intimidad. Y me pregunto si ella pensará en mí. Y me digo a mí misma que si lo hace no lo haga con pena (como yo), sino con cariño. En fin.

Hoy he vuelto a caminar. A este paso voy a terminar por destrozarme la espalda. Empezamos a pensar que más que lumbalgia, puede ser una contractura en esa zona, y ya me ha dicho mi hermano que si la semana que viene el dolor sigue, me tocará ir a un fisio. Pero yo no quiero, los buenos masajes los hacen las novias, los fisios te hacen polvo, que no es lo mismo que echarte un buen polvo ;).

Pero no todo es malo, y aunque tampoco quisiera decirlo muy alto, mi ansiedad parece que va muchísimo mejor. Por ello, si este finde lo paso más o menos bien, es muy probable que baje la dosis de dos pastillas diarias a una, y que pase lo que tenga que pasar. A ver si doy un pasito adelante también en este aspecto.

Y... ¡Horror! El sábado vuelvo a tener el cumple de un niño pequeño (ays), y el domingo se me junta el día de la madre con el cumpleaños de mi cuñada, así que "pa cagarse". ¡Me toca comprar tres regalos en un día! ¡Ni que fuese Navidad!

Paciencia, paciencia...