miércoles, 11 de agosto de 2010

Quédate, al menos "por mucho tiempo"

De pequeña siempre fui una niña poco sociable. Bueno, más que eso, quizá demasiado independiente. A la hora del recreo, me gustaba apartarme y estar sola. Me siguió pasando en mi época de instituto e insluso de universidad. En el mundo laboral tuve que esforzarme en entablar lazos por el bien del equipo, aunque siempre buscaba esos momentos de soledad. En casa de mis padres buscaba siempre el refugio íntimo de mi habitación. Incluso en la mía propia me encierro en mi espacio. Pero si hasta sólo tengo contados amigos agregados en facebook!

Y a pesar de ese caparazón innato,parece increíble, pero la gente me quiere. Tengo una familia estupenda, unos amigos magníficos y en el amor también me he sentido amada.

Pero yo también he querido. Aunque no haya sabido demostrarlo. Supongo que todos queremos, aunque sea en silencio. No todos somos tan inexpresivos ni tan iguales.

Sí, supongo que siempre he querido... la diferencia es que ahora siento la necesidad de querer, que no es lo mismo.

Antes llegaba a casa y era un auténtico placer. Si quería ver la tv la veía, si quería pasarme horas en el ordenador lo hacía, si quería comer carne en lugar de pescado lo hacía, si quería secarme el pelo o bien dejarlo mojado lo hacía, si quería caminar descalza lo hacía, si quería fumarme un cigarro en el comedor en lugar de la ventana lo hacía. Me sentía muy privilegiada. Por supuesto pensaba en mi gente, pero creía hacerlo bien desde mi propia vida.

Ahora, tras la marcha de Peace y tras mi paso por el hospital me doy cuenta de lo equivocada que estaba.

Sí, ahora me siento sola, más sola que en toda mi vida. Ahora NECESITO cosas que siempre me ofrecieron y que inconscientemente desprecié pensando que tampoco era algo tan malo.

Me indigno al observar estas paredes blancas que podrían haber estado ya a estas alturas dibujadas de vivencias maravillosas. Odio este silencio tan paradójicamente chirriante. Este espacio tan laberíntico. La oscuridad de las noches sin la silueta de Peace. La primera luz del día sin su rostro angelical. Este tremendo calor sin la brisa de sus abrazos...

He perdido. Aunque incluso en las pérdidas se gana algo. En mi caso la lección más básica del ser humano: los demás nos necesitan, pero por mucho que nos empeñemos, nosotros también necesitamos a los demás.

Hoy no te pediría que te quedaras. Te lo susurraría cada día, Peace. Y no me refiero al espacio, sino a mi lado, sea donde sea, se como sea, al menos como tú decías "por mucho tiempo".

5 comentarios:

pequeño desastre dijo...

Mucha gente piensa que no confiar en nadie es de valientes, pero yo siempre he pensado que lo valiente es dar tu confianza a alguien y necesitarlo, se demuestran muchas más cosas!!

Pero bueno... es mi opinión, cada uno es como es y todo está bien!!

Besicos

pequeño desastre dijo...

Bueno, quería decir confiar en el sentido de necesitar... es que no sé si se me ha entendido!! No tengo un día muy p'allá!!

Unknown dijo...

Cada uno es como es con eso no se puede hacer nada pero lo que si que se que si expresas los sentimientos a las personas queridas (padres, hermanos, amigos,...) te sientes mejor y los lazos se estrechan.

Expresar no quiere decir agobiar (estoy segura que si yo a mi madre le digo cada media hora que la quiero y que mil gracias por haberme traído al mundo y que pim que pam... llegara un momento que me aria callar por pesada).



PDT: Por mi torpeza y despiste siempre recibe la que no tiene culpa...

TRUE ][...

Mi bici y yo dijo...

Yo tampoco soy muy sociable y tengo amigos contados en el face, pero eso no quiere decir nada, pocos pero los mejores

No pienses ahora tanto, o al menos no saques conclusiones, no es el momento, descansa

Muchos besos

Tanais dijo...

De todo se aprende y si has llegado a esa conlución seguro que es por algo, de todos modos, como te dicen por ahí, lo importante no es el número. Yo tengo muchos conocidos pero gente con quien pueda contar de verdad muy pocos, son tan pocos que me sobran dedos de una mano para contarlos.