Cada vez me acuerdo más del tan típico dicho :"Bicho malo nunca muere".
Sí, el bicho sigue en mí, me carcome sin piedad...
El jueves pretendía ir a casa de Peace, no pude...
El viernes lo intenté de nuevo, tampoco fui capaz...
Ayer sábado, fue un día largo, eterno y horroroso. Mi chica trabajaba (bueno de hecho trabaja todo el finde). Mi pretensión era la misma, acudir a su casa, en busca de sus abrazos, de sus mimos, de sus palabras de ánimo y aliento. En cambio, me pasé el día entero en casa de mis padres, con naúseas, angustia, mareos... Etc. No podía ni moverme. Fijaos cómo estaba que llegué hasta el punto de dormir allí (cosa que odio), pero estaba fatal. Mi chica, entre el curro y su recién operada madre no pudo acercarse, cuestión más que razonable.
Hoy estoy algo mejor, no sabemos muy bien qué me pasó, pero creemos que es por el cambio que me han hecho de ansiolíticos. Están intentando estabilizarme lo mejor posible psicológica y físicamente. A ver si dan con la medicación exacta.
Mañana toca endocrino, y pasado psicóloga...
No trabajaré, pero dar trabajo doy por un tubo (esto es para que veáis que aún me queda un poquito de sentido del humor).
Pero ya no temo nada. Lo único de lo que siento miedo es de que mi chica se canse de mí. Una persona necesita salir, sociabilizarse, viajar, compartir, crear deseos, proyectar planes... Y por mi culpa, por mi estancamiento creo que la estoy estancando a ella. No se lo merece...
Quizá sería necesaria una pausa entre ambas, pero eso me mataría, pero a su vez pienso que si no la tenemos la encarcelo junto a mí...
De momento, habrá que intentar salir a flote, y a ver qué encuentro a la vista, y si cuando salga he perdido mi tesoro más preciado (Peace) lo buscaré.
¡Pero esto qué es!
Hace 1 semana